El Breixo torna a col·laborar en aquesta quarta (i penúltima) part de la macrocrònica del Festival de Sitges 2017. Gèneres i tipologies per donar i vendre: des d’un slasher repetitiu en clau d’humor, passant per un dels títols d’autor que més ha sorprès en aquesta edició del festival. Això sí, també ens quedem a gust a l’hora de criticar algunes de les pel·lícules menys convincents, perquè no sigui dit allò que “al públic de Sitges us agrada tot”.
The Ritual (David Bruckner, 2017)
En un Sitges escaso de propuestas de terror puro, The Ritual supuso un agradable reencuentro con una variante bastante clásica del género. Planteada casi como una Bruja de Blair en la que de verdad podemos ver qué está pasando sin marearnos por culpa de los movimientos de cámara, la película juega muy bien sus cartas aprovechando el escenario del bosque para crear un terror atmosférico y contenido; puntuado, eso sí, con momentos de locura, e incluso gore, repartidos a intervalos regulares (quizás demasiado regulares, hasta el punto de que uno puede predecir el punto exacto en el que llegarán).
La verdadera fuerza de la propuesta reside, sin embargo, en la decisión de unir este terror más clásico con el desarrollo de los conflictos que se dan en un grupo de viejos amigos marcados por la tragedia, al estilo de Reencuentro o Los Amigos de Peter. Lástima que al llegar al tercer acto, The Ritual parezca sabotearse a sí misma y deje en segundo plano a los personajes, su conflicto y el trauma del protagonista, para empezar a introducir elementos ajenos que casi no se desarrollan y ni siquiera tenemos tiempo a asimilar. El arco del grupo de amigos y sobre todo el de su protagonista se quedan sin cerrar en un clímax confuso que parece sacado de otra narrativa bastante menos interesante que la que teníamos entre manos. (Breixo)