Tercera i última tanda de ressenyes del Festival de Sitges 2018 (aquí la primera i la segona) que va acabar fa un parell de setmanes. Per a tancar aquest balanç, el Breixo i un servidor repassem algunes de les pel·lícules més celebrades, alguna de controvertida i també diverses decepcions. Com dic cada vegada, ara toca esperar que passi un altre cicle temporal fins a arribar a principis d’octubre de l’any vinent i puguem tornar als carrers de Sitges per a empatxar-nos de pel·lícules. Es fa llarg, però sempre acaba arribant més ràpidament del que ens pensàvem.
Under the Silver Lake (David Robert Mitchell, 2018)
Pocas películas han sido tan divisivas en esta edición de Sitges como Under the Silver Lake. Algunos la han jaleado como una obra maestra mientras otros no hemos podido dejarnos llevar por sus supuestos encantos y virtudes. Las intenciones de la película están claras desde un inicio: la voluntad estética, el estilo Lynchiano, la intención de diseccionar la ciudad de Los Ángeles y el mundillo de apariencias y espectáculo sobre el que se sustenta… Todo está ahí y muy bien ejecutado, pero la película se gusta tanto a sí misma y da tantas vueltas sobre estas obsesiones sin avanzar aparentemente hacia ningún sitio, que yo, en lugar de atrapado en su laberinto, acabé mareado y deseando salir.
Las escenas se suceden sin casi hilo narrativo ni arco que las una, dando la impresión de que el montaje podría ser el actual o uno opuesto sin que la película cambiase un ápice. Un niño podría eliminar seis secuencias al azar del filme y este permanecería inalterado, porque llega un momento en que todo da igual en Under the Silver Lake. El periplo del personaje protagonista, que busca a una chica a la que apenas ha conocido durante una noche, mientras asume que se va a quedar sin techo -un pobre vagabundo- pierde pronto interés y el aliciente del juego de David Robert Mitchell consiste en ver qué locura nos propondrá la siguiente escena. Algunas son divertidas, otras brillantes y muchas olvidables, pero no creo que se pueda decir que el conjunto constituya un todo unitario y mucho menos una obra maestra. Y aun así, muchos lo han dicho. (Breixo)